
La principal responsabilidad de un director es hacer competitiva a su empresa. Una empresa es competitiva cuando ofrece un retorno sobre la inversión del accionista superior al promedio de la industria. Para esto, el director debe coordinar los procesos de la empresa para que satisfagan las necesidades del consumidor, de tal manera que genere dicho retorno, y también produzca beneficios para sus colaboradores y la sociedad.
Entre los factores que inciden en la ventaja competitiva de una empresa están sus recursos organizacionales (ej. know-how de producción, propiedad intelectual, marca de productos); y las dinámicas de la industria, como por ejemplo las barreras de entrada a la industria, la disponibilidad de proveedores, el poder de negociación de los consumidores, y la rivalidad entre competidores dentro de la industria. Por otro lado, estos factores son afectados por las condiciones sociales y medio ambientales en la cual opera la empresa. De esta manera, la gestión de una empresa competitiva debe ser integral, en el sentido que considere la interdependencia entre los factores de competitividad y los aspectos sociales y medio ambientales que afectan al negocio. En otras palabras, la interdependencia entre la competitividad y el desarrollo sostenible (ODS).
Al entrar en la Década de Acción, en CEMDES, nuestros esfuerzos apuntan a hacer que los ODS sean más directamente procesables para las empresas mediante: