La campaña fue creada para transformar la navidad de muchos niños de diferentes comunidades; cada tienda apadrinó una escuela cercana y compartieron una mañana llena de risas, refrigerios navideños, dulces, concursos y premios. La actividad fomentó la integración y el esparcimiento de niños, docentes y voluntarios de Tía, que fueron los encargados de realizar el agasajo navideño en las escuelas previamente asignadas. Los Centros de Distribución en Lomas de Sargentillo (Guayas) y Calacalí (Pichincha) también compartieron esta celebración con poblaciones rurales cercanas.
Asimismo, para cerrar la campaña, un equipo de voluntarios de oficina matriz brindó una mañana navideña a niños de Flor de Bastión, un sector popular de Guayaquil. Alrededor de 450 niños gozaron y recordaron el verdadero sentido de la navidad con el nacimiento de Jesús junto con una “cena” (comida) navideña, concursos, premios y un espectáculo artístico donde se presentó Papá Noel, Mamá Noela, Rodolfo El Reno, la galleta de jengibre y sus duendes.
La empresa se ha caracterizado por ser esa Tía solidaria y sigue generando un impacto social en las localidades donde tiene presencia, llevando su estrategia de sostenibilidad El Efecto Tía cada vez a más personas y lugares.
