La huella hídrica de una persona, comunidad, empresa o país, es el agua dulce total que se utiliza para producir los bienes y servicios consumidos. El catedrático holandés Arjen Hoekstra acuñó el concepto en 2002 y desde entonces se ha trabajado para extraer datos sobre la huella hídrica en diferentes países del mundo.
La huella hídrica generada por el hombre y los efectos del cambio climático, aumentan el estrés hídrico severo y moderado que ya sufren 50 países del mundo. Esto supone que en esos lugares hay más demanda de agua, que cantidad disponible. Para 2025, se prevé que 2/3 de la población del planeta vivirá en una zona de estrés hídrico.
¿Cómo saber cuál es tu huella hídrica?
En nuestras actividades cotidianas utilizamos más cantidad de agua de la que pudiéramos imaginar. También en los alimentos, en procesos de producción y fabricación.
Debemos diferenciar entre tres tipos de huella hídrica:
– Huella hídrica azul: volumen de agua de superficie o subterránea que se introduce en producto y se devuelve al medio ambiente.
– Huella hídrica verde: volumen de agua evaporada procedente de la lluvia y humedad.
– Huela hídrica gris: volumen de agua contaminada por la producción de bienes y servicios.
El promedio mundial de la huella hídrica es de 1.240 metros cúbicos per cápita por año. Para hacernos una idea de la cantidad de agua que consumimos los países, tenemos los ejemplos de España, con una huella hídrica de 2.325 metros cúbicos al año por persona, o de EEUU con 2.500 metros cúbicos per cápita por año.
Siete datos curiosos sobre la huella hídrica:
1. Para producir un kilo de carne se necesitan 16.000 litros de agua, para 1 kilo de arroz, 3.000 litros, y para 10 manzanas, 700 litros.
2. La falta de agua potable causa la muerte de 4.500 niños por día, sobre todo en países en vías desarrollo.
3. El impacto nefasto del cultivo de algodón en Uzbekistán, Asia Central: la irrigación intensiva ha provocado el desecamiento del Mar de Aral.
Curiosamente, el uso del agua es para producir algodón que después se exporta. Se calcula que la UE ha contribuido así, de forma indirecta, en un 20% al desecamiento del Mar de Aral.
4. Unos 1.800 millones de personas sufrirán escasez de agua en 2025. Ahora, 50 países sufren estrés hídrico severo o moderado, pero podría aumentar por el cambio climático.
5. Los cereales, la carne y la leche son los productos que más agua necesitan.
6. Un grifo que gotea desperdicia hasta 75 litros al día.
7. China, India y EE.UU. son los países que más agua gastan (el 38% del total).
Según Arjen Hoekstra, “muchos países han externalizado significativamente su huella hídrica al importar bienes de otros lugares donde requieren un alto contenido de agua para su producción. Este hecho genera una importante presión en los recursos hídricos en las regiones exportadoras, donde muy a menudo existe una carencia de mecanismos para una buena gobernanza y conservación de los recursos hídricos.”
¿Cómo reducir la huella hídrica y ser consumidores responsables?
Debemos de elegir alimentos que se produzcan cerca de nuestra casa, y sobre todo primando los vegetales sobre las carnes.
Para ahorrar agua, hay que prestar atención cuando nos duchamos, lavamos la vajilla, ponemos la lavadora (siempre llena), hacemos uso de la cisterna (no usarla como ‘papelera’), regamos el jardín…
Es importante tener en cuenta el ciclo de vida de los productos y el agua que se usa para su producción, reparto y deshecho.
Fijarnos en el etiquetado. Por ejemplo, en la ropa puede haber una gran diferencia en la huella hídrica en la producción de unas prendas a otras.
Fuente: http://bit.ly/1wu6KJL