Actualmente el desarrollo industrial junto con el uso de la energía eléctrica está teniendo un crecimiento exponencial, por lo tanto, cada día más personas trabajan con electricidad. Junto a esta práctica hay varios riesgos asociados, entre ellos vamos a referirnos en este artículo al riesgo de quemaduras en la piel producto de la exposición al arco eléctrico (energía incidente cal/cm2) y al riesgo de electrocución producto del contacto de una persona con partes vivas o energizadas.
Con el objetivo de crear un ambiente seguro de trabajo y específicamente cuando el sistema se encuentra con energía y/o tensión, se han desarrollado varias normas y/o estándares que recomiendan las mejores prácticas para intervenirlos. En estos documentos se recomienda, por ejemplo:
– La evaluación del nivel de corto circuito y del sistema actual de protecciones
– Un adecuado etiquetado con información del sistema
– Distancias de seguridad
– Procedimientos para la ejecución de los trabajos de acuerdo al nivel de tensión
– Diversos tipos de equipos de protección personal
Dentro de las normas que se aplican para determinar los procedimientos de trabajo seguro con sistemas energizados está la NFPA 70E (ver 2015), la cual señala en su primer artículo que lo más seguro es trabajar sin energía. Señala también que, si no fuese posible quitar la energía para la ejecución de un trabajo,
deberá ser por dos (2) motivos, o es muy costoso parar el proceso ó es muy peligroso cortar la energía y que de darse cualquiera de estos casos, la persona que ejecutará el trabajo deberá cumplir lo que se señala en este estándar.
Existe además la norma IEEE1584 (ver nov. 2018) que entre otras cosas acaba de actualizarse meses atrás después de 16 años de su versión original en el 2002. En este estándar se detallan las fórmulas matemáticas basadas en pruebas experimentales realizadas en laboratorios que determinan la cantidad
de energía incidente (cal/cm2) que puede ocurrir ante un corto circuito en un tiempo determinado definido por la actuación de las protecciones eléctricas.
Este estándar determina además el procedimiento a seguir para el desarrollo de los estudios para el cálculo de energía incidente en los diferentes puntos del sistema eléctrico. Los resultados de dicho análisis generan un alto valor agregado para la seguridad del personal y la instalación.
Con el pasar de los días, las industrias están considerando que la implementación de estudios y análisis que garanticen una operación segura, confiable y sostenible es una inversión necesaria para lograrlo, por lo tanto, la aplicación de estos estudios y el cumplimiento de las normas antes mencionadas son altamente recomendados para lograr este objetivo.