Con el objetivo de reutilizar los residuos orgánicos generados en el Centro de Distribución de Fríos (CDF) y contribuir al desperdicio cero de alimentos, realizamos el proyecto “ComposTía”. Esta iniciativa, que surge del compromiso de nuestros colaboradores con el ambiente, consiste en elaboración de compost a partir de los desechos alimenticios del CDF, para disminuir la cantidad de residuos entregados a la recolección municipal, y para comercializarlo entre propios proveedores para que lo utilicen como abono orgánico en los cultivos de frutas y verduras que luego se venderán en nuestros locales.
El 21 de enero del 2020, se puso en marcha ComposTía en el CDF, con la creación de un espacio de compostaje en el Centro Regional de Distribución (CRD), en Calacalí, Quito, para tratar los residuos orgánicos a través de un proceso de lombricultura. Como resultado, se obtuvo Vermicompost, un abono orgánico o humus. La primera etapa del proyecto tuvo una duración de 8 meses, en la que se trataron 2836 kg de materia orgánica que se transformaron en 204 kg de abono. El método de obtención del vermicompost es uno de los más limpios y sostenibles para la gestión de residuos orgánicos.
El proceso para obtener el vermicompost comenzó con la recolección y preparación de la materia prima. Una vez realizada la mezcla de materia orgánica, tierra, hojarasca, melaza y lombrices, se removió todas las semanas. Luego, se retiraron las lombrices californianas y se avanzó con el proceso de secado. El material fue tamizado y empacado para su traslado. Finalmente, en diciembre del año pasado, se entregaron 20 paquetes de ComposTía a agricultores para ser utilizado en sus siembras.
Entre las proyecciones de ComposTía se encuentra el objetivo de incrementar la producción del abono y mejorar la gestión de desechos en las tiendas. Para esto, Tía iniciará un plan piloto con un grupo de locales capacitando al personal en la separación de residuos orgánicos en origen para ser enviados al CRD y ser tratados en el área de compostaje.
“Con ComposTía, al ser un proyecto de impacto ambiental positivo, queremos aplicar a la certificación Punto Verde de producción más limpia en nuestro Centro Regional de Distribución (CRD) de Quito”, mencionó Paola Ñaupari, Analista de Seguridad Industrial y Medio Ambiente de Almacenes Tía.
Esta iniciativa demuestra el compromiso de la empresa con la puesta en marcha de la economía circular. Toda la producción de compost orgánico se comercializó a proveedores de Tía para nutrir sus productos, que luego serán vendidos en los más de 200 locales a nivel nacional. De esta manera, los recursos vuelven al circuito productivo y se contribuye al desperdicio cero de alimentos.