El informe del WBCSD de 2009, Mobility for Development, enumera cuatro aspectos que hacen posible la mejora de las zonas urbanas sin control, coordinación, ni recursos:
1. Capacidad de financiación: recursos económicos públicos y privados para la nueva infraestructura urbana.
2. Forma de gobierno y políticas: una estructura de gobierno con responsabilidades claras sobre planificación, implementación y control de los cambios.
3. Capacidad para coordinar y asegurar el apoyo de las partes interesadas: coordinación entre todos.
4. Capacidad para implementar: aptitudes para ejecutar y llevar a cabo inversiones en infraestructuras importantes.
Estos cuatro aspectos se aplican a todas las ciudades, pero a diferentes niveles. Las ciudades marrones tienen una estructura de transporte bien desarrollada y han introducido medidas para reducir la congestión y mejorar la calidad del aire y la seguridad. Aún así, se necesitan nuevas inversiones, servicios y productos, conforme las infraestructuras van quedando obsoletas.
La mayoría de estas ciudades tienen una financiación, estructuras de gobierno y funciones de coordinación adecuadas, pero tienen falta de espacio. Así, es más eficáz mejorar los sistemas de movilidad ya existentes que construir nuevos. Sistemas de transporte más eficientes y medidas como tasas por congestión dan lugar a cambios en la movilidad pero no a una disminución de la demanda. – Visión 2050 – Movilidad para el Desarrollo I