El acceso universal a la movilidad baja en carbono necesita de la confluencia de dos aspectos: satisfacer las necesidades de la movildad urbana de las personas a través de los desarrollos tecnológicos, así como de las tecnologías de la comunicación que permiten frenar el crecimiento de la movilidad física. Sin embargo no será suficiente contar con la tecnología aplicada a los automóviles para superar los retos de la movilidad, debido al crecimiento estimado del transporte de mercancias y pasajeros y de los efectos rebote. Se necesita también una perspectiva más integral basada en combustibles bajos en CO2, cambios en el comportamiento de los consumidores, planificación urbana integrada y nuevas tecnologías. – Vision 2050