Hasta el 2050 la Hoja de Ruta de Movilidad establece que el uso de combustibles fósiles para el transporte cae. El mercado estará cada vez más dominado por los motores de transmisión alternativos como los vehículos híbridos, híbridos con baterías eléctricas o con pilas de combustible, además de por distribuidores de energía como la electricidad o el hidrógeno producido a partir de fuentes bajas en carbono. Los motores de transmisión alternativos y los híbridos dominan las ventas a medida que se acerca el 2050.
La planificación urbana y del transporte está mejor integrada a nivel mundial. Las ciudades introducen sistemas de transporte inteligente. El transporte público se vuelve más atractivo e integrado, aumentando su uso. Las grandes ciudades emergentes y las zonas urbanas evitan un diseño no integrado de las ciudades.
Los costes de los biocombustibles avanzados se hacen más competitivos. En 2030 el uso de los biocombustibles avanzados en aviación aumenta un 30%. Los biocombustibles empiezan a ser significativos en el transporte, al principio en motores auxiliares y posteriormente en la propulsión de los motores principales. Los biocombustibles y el gas, las pilas de combustibles de hidrógeno o metanol son importantes. El sistema de captura de CO2 integrado se encuentra en fase incipiente. Se desarrollan tecnologías para la elaboración de combustibles líquidos a partir del CO2 del aire e hidrógeno, producido a partir de fuentes renovables como la fotovoltáica y la energía eólica. La fusión nuclear también puede proporcionar energía segura, barata y baja en carbono, que se puede convertir en energía primaria e hidrógeno utilizada para el transporte. Este tipo de energía debería ser introducida 10 años antes de lo planificado inicialmente.
Comienza el control del tráfico en determinadas rutas marinas, a la vez que se reduce progresivamente la práctica de que los barcos regresen vacíos de sus viajes. Los sistemas de transporte eficiente por canales y ríos reciben más mercancías.https://cemdes.org/vision2050.pdf