Se reformulan los criterios de valoración, inversión y contabilidad a medida que las empresas y los mercados se adaptan a nuevos incentivos que asocian la rentabilidad tradicional con la creación de valor a largo plazo. Los mecanismos de financiación innovadores se centran en inversiones sostenibles a largo plazo, como los bonos de bosques. Los productos financieros se certifican antes de salir al mercado, y se verifica su capacidad para contribuir positivamente a la economía, la sociedad y el medio ambiente, especialmente a la hora de reasignar riesgos. A medida que la nueva legislación permite a las instituciones financieras mayor libertad a la hora de asignar sus activos, van surgiendo nuevos estándares para la asignación de activos aptos para fondos de pensiones y compañía de seguros de vida – https://cemdes.org/vision2050.pdf