A partir del 2020 sigue desarrollándose nuevos marcos. El concepto de progreso ya no se considera ni se mide sólo en base a los datos económicos, sino también en términos de impacto ambiental y social. Se extiende el papel de las empresas como proveedores de soluciones. Se difunden las buenas prácticas y la tecnología gracias a los esfuerzos de colaboración transparentes y las nuevas alianzas público-privadas. Los mercados recompensan las acciones positivas y penalizan las negativas, como la contaminación. – https://cemdes.org/vision2050.pdf