Vivimos en un mundo complejo, desafiante y cambiante.
¿Quién de nosotros puede mirar a nuestro alrededor y decir que el mundo de hoy es el mundo que nos imaginamos?
Hace solo tres años, en 2015, se dieron a conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, seguidos en breve por el histórico Acuerdo de París. Juntos, estos dos nuevos marcos dieron paso a un sentido de optimismo renovado en nuestra capacidad para enfrentar desafíos apremiantes, no solo en el mundo de los negocios, porque ofrecieron oportunidades sólidas para el desarrollo en una base más sostenible, una que considera no solo la economía, sino la El medio ambiente y las necesidades sociales también.
Y sin embargo, esa sensación de optimismo se ha visto ensombrecida por los acontecimientos globales y nuestro mundo actual se siente más fracturado que antes.
Los efectos del cambio climático han pasado de las pantallas de los modelos de simulación por computadora de los científicos a la realidad, causando estragos en el clima y el mundo que nos rodea. La confianza en nuestras instituciones y el liderazgo político sigue cayendo. Los votos populares han permitido que el extremismo vuelva a la palestra en muchos países, mientras que las protestas recientes muestran que el malestar social está aumentando.
En el centro de estos problemas se encuentra una línea de falla mayor, una que ya ha sido reconocida por líderes como Paul Polman, CEO saliente de Unilever y presidente del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) de 2014-2017.
En su época en Unilever y WBCSD, el formidable liderazgo de Paul ha reimaginado la forma en que los negocios pueden y deben hacerse. Es un líder que previó una agenda global y comenzó a cambiar la compañía bajo su control a una nueva forma de hacer las cosas.
El credo de guía de Paul ha sido que el sistema económico actual se basa en un modelo obsoleto que sirve solo a unos pocos, en lugar de a muchos. Se enfoca incorrectamente en las ganancias a corto plazo antes que en cualquier otra cosa.
Hacer negocios como de costumbre ya no es una opción viable.
Paul lo sabía. Como defensor de la sostenibilidad y la ética en los negocios durante muchos años, a menudo ha dicho que no existe un caso empresarial para la pobreza duradera y el cambio climático descontrolado. En Unilever, ha trabajado incansablemente para presentar un nuevo modelo de negocio dirigido a un propósito que sirve a todos los grupos de interés y accionistas de la empresa y asume la responsabilidad de toda su cadena de valor. Ayudó a crear una nueva narrativa que es más inclusiva, genera más confianza en los negocios y habla con muchos. En su rol más amplio, ha sido miembro del Panel de Alto Nivel que ayudó a diseñar los Objetivos de Desarrollo Sostenible o los ODS.
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