Cada vez se mira más de cerca el comportamiento medioambiental de las empresas. Aunque no sea una realidad generalizada, hoy en día, muchos inversores toman en consideración si las empresas contaminan o no antes de apostar por ellas. Los gobiernos por su parte introducen políticas que ponen precio a las emisiones y los consumidores tienen en consideración la filosofía medioambiental de una compañía a la hora de adquirir sus productos y servicios.
Es por todas estas presiones, además de la creciente ambiental, que las empresas han apostado por la eco-innovación, es decir, el desarrollo de productos, procesos y servicios diseñados para reducir el daño al medio ambiente. Los llamados “productos verdes” o procesos ecológicos han cobrado una mayor importancia en el mundo actual. Muchas empresas se preocupan hoy en día por ofrecer productos más sustentables tales como productos fabricados a partir de materias primas renovables o reciclados, productos más amigables con el medio ambiente en materia e gestión de residuos o por los impactos que producen. De la misma manera, varias compañías e industrias han incorporado a su gestión procesos también verdes para reducir o eliminar el uso y generación de sustancias nocivas para el medio ambiente.
Ab. Malka San Lucas
Corresponsal en España Fuente: Revista Factor Sostenible