Subalimentación en Latinoamérica: El granero del mundo todavía tiene hambre

Según el reporte Panorama 2014, publicado por la FAO, Latinoamérica es la primera y única región que ha alcanzado -antes de tiempo- la meta de los Objetivos del Milenio relacionada a la prevalencia del hambre al tiempo que cumplió la (todavía más desafiante) meta de reducción del hambre absoluto establecida por la Cumbre Mundial de la Alimentación. Ninguna otra región del mundo está cerca de lograrlo. Este panorama altamente positivo y esperanzador pudiera no serlo tanto si observamos la información desde otro enfoque que considere las desigualdades que ocultan estas cifras y el avance de la malnutrición.

La meta 1c de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) busca reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la prevalencia de las personas con hambre en el mundo. Hasta el 2014, Latinoamérica ha logrado reducir esta proporción desde el 14,4% al 5,1% superando consistentemente la meta. La Cumbre Mundial de Alimentación (CMA) por su parte propone -en el mismo periodo- reducir a la mitad el número absoluto de personas con hambre. También aquí los latinoamericanos han superado la meta propuesta pasando de 60,3 millones en 1990 a 29,5 millones de personas subalimentadas para 2014.

Sin embargo, a nuestros vecinos en el mundo no les está yendo tan bien. En el Caribe, la prevalencia de la subalimentación se ha reducido pero pasando solamente del 27,0% al 20,1% de la población. Las cifras del hambre absoluto en dicha región son igualmente preocupantes: El número absoluto de personas con hambre se ha reducido en aproximadamente 600 mil, pasando 8,1 a 7,5 millones. El mundo en su conjunto ha disminuido el hambre desde el 18,7% al 11,3%, por lo que aún existen 805 millones de personas hambrientas.

 

El avance contra el hambre en Latinoamérica

 

Cuando comparamos el avance relativo de los países de la región podemos observar por una parte que 9 países ya han alcanzado el 100% del objetivo de reducción de la subalimentación: Argentina, Brasil, Chile, México, Uruguay, Venezuela, Nicaragua, Panamá y Perú. Entre ellos cabe mencionar a los 6 primeros, ya que además de lograr el objetivo han conseguido reducir la prevalencia del hambre por debajo del 5% de la población, porcentaje considerado como un hito de suceso en la lucha contra este mal.
Los casos de Nicaragua y Perú también exigen un destaque especial: ambos países han logrado avances sustancialmente positivos en relación a la situación de partida. En 1990 en Nicaragua el 54,4% de la población sufría hambre. Para el 2014 solo el 16,8% continúa padeciendo este flagelo. De igual manera, Perú pasó de albergar 34,4% de personas con hambre en 1990 a 8,7% el año pasado.
Entre quienes no han alcanzado aún la meta se encuentran 3 países muy cerca de hacerlo en 2015. Bolivia ha avanzado un 97,3% hacia su meta, Honduras un 94,7% y Colombia un 94,4%. Otras 4 naciones han tenido avances limitados y es improbable que lleguen al objetivo en el plazo establecido: Paraguay con 87,15% de avance, Ecuador con 84,5%, El Salvador con 33,3% y Guatemala con 8,0%.
Finalmente, llama la atención el caso de Costa Rica, pues es el único país de la región que ha retrocedido en su lucha contra el hambre. El porcentaje de costarricenses subalimentados se ha incrementado en un 0,7% durante los últimos 24 años (pasando de 5,2% a 5,9%, no obstante, cifra muy cercana al 5,0%).

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