Panamá es uno de los principales motores de crecimiento económico en Centroamérica y el Caribe. Su capital, Ciudad Panamá, es el principal centro financiero y de transporte de la región, gracias en gran parte al Canal de Panamá. Sin embargo, también presenta una elevada vulnerabilidad ante amenazas naturales como inundaciones, deslizamientos, terremotos, vientos huracanados, incendios forestales y marejadas ciclónicas, las cuales ponen en riesgo la infraestructura y los activos económicos del país.
El Gobierno de Panamá ha estado trabajando con el Banco Mundial, el GFDRR y el Programa DRFI desde el año 2010 con la finalidad de elaborar e implementar una estrategia que le permita gestionar con efectividad el impacto financiero de los desastres naturales. Aprovechando al máximo la experiencia internacional de estas instituciones en el tema de financiación de riesgos catastróficos, Panamá ha podido llevar a cabo una reforma integral del sector público. En el Ministerio de Economía y Finanzas se estableció una unidad especializada para enriquecer la formulación de políticas públicas en gestión de riesgos de desastres y coordinar la participación de los actores pertinentes.
Contexto
Una alta proporción de población de bajos ingresos en Panamá vive en zonas muy expuestas a amenazas naturales, donde es común ver estructuras endebles y mal diseñadas. La falta de aplicación de las normas nacionales y locales de urbanismo/ordenamiento territorial, el incumplimiento de los códigos de construcción, el acelerado crecimiento demográfico y el desordenado crecimiento urbano e industrial son agravantes claves que contribuyen a elevar la vulnerabilidad en Panamá.
Al mismo tiempo, el país ha experimentado cuantiosas inversiones extranjeras directas, la construcción de infraestructura y de sistemas de transporte y de la aparición de nuevos proyectos habitacionales y de turismo. Las zonas urbanas donde se concentran el comercio y los servicios financieros generan el 43% del PIB y el 80% de las exportaciones totales del país.
Se ha expandido el Canal de Panamá para continuar abriendo el país al comercio. Si ocurrieran daños tan sólo en el Canal de Panamá, las redes de transporte mundial se podrían ver afectadas y el crecimiento de la economía panameña sufriría graves impactos negativos.
Enfoque
Tras las lluvias torrenciales de diciembre del 2010 que provocaron la declaración de emergencia nacional, Panamá desplegó una serie de esfuerzos para comprender a profundidad su nivel de exposición a riesgos catastróficos y elaborar estrategias para fortalecer su resiliencia contra trastornos y crisis provocados por los desastres. En noviembre del 2014, se emitió el Decreto Presidencial creador del Marco Estratégico Nacional de Gestión Financiera de Riesgos de Desastres, siendo Panamá el primer país el mundo en promulgar dicha legislación.
La adopción del marco representa la culminación de una serie de reformas públicas, consultas y estudios emprendidos por el Gobierno de Panamá en los últimos años. Estos esfuerzos han generado un robusto mandato legal para establecer una estrategia de gestión financiera y así enfrentar los desastres naturales.
El marco crea consenso nacional para concretar la reducción de riesgos de desastres con base en evidencia, mejorar la planificación presupuestaria e invertir en la gestión de riesgos de desastres. Dichos esfuerzos contemplan además explorar formas para elevar la resiliencia financiera. El GFDRR ayudó anteriormente a Panamá a encontrar formas para perfeccionar la toma de decisiones y la gestión de riesgos. Por ejemplo, el GFDRR elaboró herramientas código abierto de análisis de riesgos de amenazas y riesgos múltiples con la finalidad de fortalecer la capacidad de los formuladores de políticas de Panamá para integrar la información sobre riesgos en el proceso de planificación del desarrollo.
Lecciones Aprendidas
La colaboración es esencial para brindarles a los clientes soluciones integrales en torno a la financiación de riesgos de desastres. Este proyecto es el resultado de la colaboración continua entre el Grupo Banco Mundial y aliados externos para fortalecer la resiliencia financiera ante las amenazas naturales. Entre los aliados del Banco Mundial podemos mencionar a la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) en las Américas, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central (CEPREDENAC).
Este enfoque ha sido esencial para ajustar el Marco Estratégico a las necesidades específicas de Panamá, entre ellas la creación de una unidad específica dentro del Ministerio de Finanzas. Ello le ha permitido al país facilitar efectivamente el proceso de toma de decisiones en torno a las iniciativas de gestión de riesgos de desastres, puesto que ya se procedió a centralizar las antes dispersas responsabilidades.
Una política nacional que promueva la gestión de riesgos de desastres es crucial para impulsar reformas. Las soluciones integradas permiten reconocer que el financiamiento y aseguramiento de los riesgos de desastres es apenas un pilar del marco nacional de gestión de riesgos de desastres de un país y debe ir complementada por análisis de riesgos, reducción de riesgos, preparación ante desastres y recuperación/reconstrucción post desastres. Esta última política nacional contempló un componente sobre la gestión de riesgos de desastres, el cual demostró ser fundamental para sustentar el compromiso del país en la formulación y adopción del Marco Estratégico a pesar de los cambios en el gobierno tras una elección.
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