Los recursos naturales pueden alimentar la corrupción, pero esto es lo que podemos hacer al respecto

Muchos de ustedes tal vez han escuchado hablar de MapaRegalias. Esta es una herramienta creada por el Gobierno de Colombia, con el apoyo del BID, para generar información transparente sobre cómo se recaudan y utilizan los ingresos provenientes de las industrias extractivas.

 

MapaRegalias fue lanzada en el año 2013 y desde entonces ha tenido amplia visibilidad y ha recibido gran atención. Merecidamente, en mi opinión. Pero a veces, con toda la atención mediática, las razones por las cuales necesitamos herramientas como MapaRegalias pueden pasar al olvido.

 

Veamos el caso de Teodoro Nguema Obiang Mangue, apodado Teodorin, hijo del Presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasongo. Como ha sido ampliamente reportado en los medios de comunicación (ver aquí, aquí y aquí) Teodorin se habría enriquecido cuando se desempeñaba como Ministro de Política Forestal de Guinea Ecuatorial. Presuntamente robó millones pertenecientes a su país, Guinea Ecuatorial, un país en el cual el 77% de la población vive en la pobreza (ver algunas historias  aquí, aquí, aquí y aquí). ¿Cómo lo hizo?

 

Como ministro de Política Forestal, Teodorin fue presuntamente parte de numerosas prácticas corruptas, incluyendo el pedido de soborno a empresas madereras a cambio de prácticamente cualquier cosa, tales como el otorgamiento y renovación de licencias para exportar madera. Teodorin además era propietario de una empresa maderera y generosamente se auto-adjudicaba contratos a cambio de ….. absolutamente nada.  Los ingresos provenientes de estas operaciones habrían sido depositados en una cuenta de banco privado, en forma separada de los ingresos del Ministerio de Política Forestal y bien resguardados de la supervisión del gobierno y de la ciudadanía. La corrupción era floreciente en el medio de un entorno totalmente carente de transparencia.  Presuntamente habría comprado decenas de autos deportivos, una mansión en París con su propio club nocturno y su salón de peluquería, un avión de la línea Gulfstream,  un sello discográfico de hip-hop, y una extensa colección de pertenencias de Michael Jackson que incluiría un camafeo de un guante con incrustaciones de cristal que tiene un valor superior a US$ 500.000.

 

Si bien el caso de Obiang representa  claramente un extremo, no es poco habitual que las riquezas en recursos naturales funcionen como disparadores de corrupción.

 

Analicemos un modelo simplificado: en una democracia ideal, los ciudadanos pagan sus impuestos y exigen algunos servicios públicos a cambio de ello. A través de procesos electorales, los políticos y funcionarios públicos deben rendir cuentas por la calidad y cantidad de los servicios que brindan. La transparencia es un componente vital en este ciclo, ya que los ciudadanos utilizan la información pública para formarse una idea del desempeño de los funcionarios públicos y de los políticos.

 

A esta ecuación agreguemos ahora una gran cantidad de ingresos, muy superior a los fondos provenientes de impuestos que un gobierno -por ejemplo, a nivel municipal- obtiene de sus recursos naturales, como el petróleo. Los políticos en este escenario tienen acceso a ingresos independientemente de la recaudación impositiva; no hay incentivos para mantener una alta calidad en la provisión de los servicios. Los políticos pueden ‘comprar’ el apoyo de los ciudadanos distribuyendo parte de los ingresos provenientes del petróleo entre los votantes en forma de regalos o favores. El resultado es una municipalidad más rica, pero menos transparente, y -paradójicamente- con peores servicios públicos. En este contexto de escasa rendición de cuentas y altas sumas de dinero, los riesgos de corrupción son muy altos.

 

Martín Ardanaz, un especialista del BID aplicó estos conceptos (ver el libro ‘Gobernanza con Transparencia en Tiempos de Abundancia’) y llegó a hallazgos fascinantes: sobre la base de una muestra de más de 5.000 municipalidades brasileras, Ardanaz encontró que el nivel de transparencia fiscal de una municipalidad disminuye cuando la municipalidad recibe pagos de regalías provenientes de la extracción de recursos naturales.  No sólo eso: si bien estas regalías efectivamente conducen a mayor gasto en servicios públicos claves, este incremento en el nivel de gastos no mejora la calidad de esos servicios públicos,  dejando claro que los fondos adicionales, en el mejor de los casos, son gastados de forma ineficiente.

 

Entonces, ¿cómo se resuelve este dilema? Una manera de hacerlo es incrementando la transparencia de manera que los ciudadanos sepan exactamente cuánto dinero ingresa y cómo se gasta, por quién, con qué resultados, y bajo la supervisión de quién.

El problema es que se necesita una serie de condiciones para que la transparencia se manifieste con su pleno potencial. Se necesitan agencias que publiquen, como mínimo, información sobre: a) cómo se recaudan, asignan y gastan los ingresos de recursos naturales; b) cómo se están ejecutando las actividades financiadas con estos ingresos; y c) quién audita y supervisa todo el proceso.

 

En el mundo real, aún cuando esta información esté disponible, probablemente se encuentre esparcida en un gran número de registros digitales o en papel, incluida en distintos sitios de internet o archivada en las oficinas de diversos organismos. Hace falta alguien que conozca muy bien el sistema, que sepa qué buscar y dónde, y que disponga del tiempo, la capacidad y los recursos para reunir y unificar toda la información. Y eso no es algo que pueda hacer cualquier persona.

 

MapaRegalias se encarga de hacer exactamente eso por Ud. En una sola herramienta de fácil aplicación, MapaRegalias reúne prácticamente toda la información que se necesita para comprender cómo se están recaudando y utilizando los ingresos provenientes de recursos naturales en Colombia: 1) cuántos ingresos provienen de cada proyecto y de cada compañía en particular; 2) cómo se están asignando y utilizando estos  recursos para financiar proyectos específicos (por ejemplo, la construcción de una escuela) en cada municipalidad; 3) cómo avanza la realización de cada proyecto (generalmente incluyendo fotografías que muestran su avance); y 4) si un proyecto específico ha sido sometido a auditoría.

 

Es por eso que necesitamos MapaRegalias. Ahora bien, lo que no nos dicen las herramientas como MapaRegalias es qué sucede cuando todos los sistemas fallan y los fondos públicos son objeto de robo. En esos casos, ¿cómo se puede realizar un seguimiento del dinero? ¿Cómo pudo Teodorin Obiang adquirir decenas de propiedades en Estados Unidos y en el Reino Unido con sus fondos ilícitos sin que se levantase ninguna señal de alarma? ¿Cómo se puede prevenir algo así? Ese será el eje de mi próximo artículo en este blog.

 

Fuente: BID