La pesca continental –practicada en la red de lagos, ríos y arroyos que proveen pescado y agua dulce a millones de personas en todo el mundo- debe gestionarse mejor con el fin de salvaguardar su contribución para lograr dietas y economías saludables, especialmente en los países en desarrollo.
Esta ha sido una de las principales recomendaciones de los expertos internacionales reunidos en la Conferencia Mundial sobre Pesca Continental, que concluyó en Roma esta semana. Durante el encuentro, destacados investigadores en el campo de la pesca y la gestión de los recursos hídricos, junto con colectivos de pueblos indígenas, advirtieron que la carencia de datos y políticas firmes implican que las decisiones de desarrollo no tienen en cuenta los impactos negativos sobre la pesca continental.
Los lagos y ríos son una fuente esencial de proteínas, micronutrientes, vitaminas y grasas para la alimentación, especialmente en países en desarrollo, donde más de 60 millones de personas dependen de ellos para su sustento. Cerca de 71 países de bajos ingresos alcanzan hoy unos de 7 millones de toneladas anuales, el 80 por ciento de las capturas continentales a nivel mundial.
Sin embargo, estas aguas se ven a menudo afectadas por otras necesidades humanas, incluyendo la creación de energía, el turismo y la competencia por el agua dulce.
«La pesca continental es una fuente valiosa, pero a menudo ignorada, de nutrición y empleo en todo el mundo», aseguró Arni M. Mathiesen, Director General Adjunto del Departamento de Pesca y Acuicultura de la FAO. «Pero hasta la fecha –añadió- los esfuerzos internacionales para integrar efectivamente la pesca continental en los planes generales de desarrollo, nunca han estado a la altura de lo que se necesita».
A nivel mundial, alrededor del 70 por ciento del agua dulce disponible se utiliza hoy para la agricultura. La contaminación y la construcción de presas y canales hidroeléctricos impacta aún más en la disponibilidad y calidad de las aguas continentales, que albergan diversas especies de peces.
La cooperación internacional es clave
«Se habla mucho de las amenazas a los arrecifes de coral, pero los peces de agua dulce son el grupo más amenazado entre los vertebrados utilizados por el hombre», señaló Mathiesen.
Esta es la razón por la que la gestión de los recursos hídricos y de la pesca deben ir de la mano. También significa que la cooperación internacional es esencial.
«Si un país aguas arriba construye una presa en un río o drena un humedal, intentar gestionar la pesca aguas abajo resulta bastante inútil», indicó Devin Bartley, Oficial de Recursos Pesqueros en la FAO.
Actualmente, menos de la mitad de las aguas continentales internacionales o compartidas cuentan con acuerdos internacionales para su gestión, y sólo el 11 por ciento tiene un mandato que incluya el pescado. Los expertos que asistieron a la reunión de Roma instan a aumentar el número de estos acuerdos para garantizar que los recursos de agua dulce se utilizan de manera sostenible e inteligente, en especial en vista de la creciente demanda de alimentos que conlleva nutrir a los 9 000 millones de habitantes que tendrá el planeta en 2050.
También hicieron un llamamiento para contar con instituciones nacionales e internacionales más sólidas que puedan abordar cuestiones de pesca continental y ayudar a integrar mejor el sector en los programas globales de desarrollo.
Además, reconocer el valor del conocimiento local y tradicional y respetar las culturas indígenas es clave para lograr la sostenibilidad.
Mejor información para una mejor política
Debido a que la mayor parte de actividad pesquera continental es en pequeña escala, en gran medida no se declara y la información sobre el sector resulta incompleta, es decir, su contribución está infravalorada en las decisiones sobre la gestión del agua y el desarrollo.
La investigación sugiere que la producción de las pesquerías fluviales que se declara representa entre el 30 y el 50 por ciento de las capturas que los pescadores traen a casa.
Tener más y mejor información sobre la contribución de la pesca continental a la nutrición y las economías locales -así como de los impactos ambientales que sufren de otras industrias- permitirá que los responsables de las decisiones puedan tomarlas de forma más estratégica.
Nueva asociación
La conferencia fue organizada conjuntamente por la FAO y la Universidad Estatal de Michigan, Estados Unidos. Ambas instituciones firmaron un memorando de entendimiento que establece una nueva asociación para elevar el perfil internacional de la pesca continental.
«La nutrición humana, la sostenibilidad ambiental y la prosperidad de la comunidad están estrechamente vinculadas a la buena salud de la pesca de agua dulce de todo el mundo», afirmó en su intervención la presidenta de la Universidad Estatal de Michigan, Lou Anna K. Simon.
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