La Unesco podría haber hecho el milagro de arranchar de las garras de la voracidad de los explotadores un pedazo de naturaleza de excepcional belleza e incalculable valor para la gente.
La declaración del Macizo del Cajas como reserva mundial de la biósfera, tendría que poner a buen recaudo las áreas protegidas como el Parque Nacional del Cajas, el Área Nacional de Protección Quimsacocha y un Área marino-costanera, de siete millas náuticas, consideradas zona de amortiguamiento de más de 25 áreas de bosque protegido.
El macizo del Cajas abarca territorios de Azuay, Cañar, El Oro y Guayas en un millón de hectáreas. Tiene un potencial extraordinario pues provee de agua para generar más del 51% de la energía hidroeléctrica del país, además de propiciar la agroindustria para 850 000 personas. Este reporte fue fundamental para la decisión de la Unesco.
Parte esencial del Macizo es el páramo de Quimsacocha, que encierra misterio y belleza. A 90 minutos de Cuenca y a 4 000 msnm. Son 33 426 hectáreas, 12 000 de los cuales fueron adjudicadas a la minera I am Gold, en 2002.
El movimiento de los defensores de las fuentes de agua consiguió revertir 3 200 hectáreas a la Empresa Municipal Etapa.
Para el Gobierno de Correa, Quimsacocha es un proyecto estratégico y hay que explotarlo. Para la gente de la zona, su estrategia es defender su vida por lo que hay que preservarlo
El planeta se resiste a la depredación, pero hay quienes privilegian la ganancia y el capital.