La Fabril S.A inauguró la mañana del pasado viernes 8 de marzo, un nuevo caldero que utiliza energía renovable, como parte de su proyecto “Sistema de Generación de Vapor con Biomasa”, que desde el punto de vista ambiental se convierte en una práctica cada vez más común en industrias internacionales.
A este acto asistió la viceministra de Ambiente, Carolina Zurita, el secretario técnico de la reconstrucción, José Herrera, el alcalde de Montecristi, Richard Quijije, e invitados especiales, que presenciaron la puesta en funcionamiento de esta planta que tuvo una inversión de cerca de 10 millones de dólares.
Este nuevo caldero reemplaza el diésel como combustible para generación de vapor industrial, por un subproducto de la extracción de aceite rojo de palma, que representa significativas ventajas en materia ambiental:
- Contribuye al aprovechamiento de un coproducto que actualmente no es utilizado.
- La energía de biomasa no incide en el calentamiento climático.
- Colabora con la limpieza forestal.
- Contribuye a la sostenibilidad de los procesos productivos de la compañía.
Carlos gonzález artigas loor, gerente general de la fabril, manifestó durante el evento: “estamos al frente de una caldera que representa la tecnología y equipamiento que incluye lo más moderno en la combustión y producción de vapor a partir de biomasa vegetal. esto fue construido por la compañía vincke, empresa de origen belga y líder mundial en la construcción de estos calderos”.
En la actualidad, la fabril procesa alrededor de 530 mil toneladas de fruta de palma, equivalente a más de 130 mil toneladas de biomasa, de las cuales 30 mil toneladas corresponden a cuesco de palmiste, que será usado como fuente primaria de este caldero.
Percival andrade, director de innovación de la fabril, indicó: “se trata de un paso trascendente para la industria ecuatoriana. el vapor de alta presión que genera este caldero se utilizará para los procesos de refinación, calentamiento y múltiples procesos productivos de nuestra industria, que en términos económicos, recudirá el número de calderas de procesamiento y representará un ahorro en el costo de compra de combustible fósil como diésel o bunker”.