Por un lado, el cambio geográfico radical del mundo hacia las “nuevas economías”, como Rodríguez llama a los países emergentes en donde tiene sus negocios, es una de las mega-tendencias que tendrá que enfrentar el sector privado.
“En el periodo 2010-2015 las Nuevas Economías habrán generado aproximadamente el 70% del crecimiento del PIB mundial. Este gran crecimiento está dando lugar a un fenómeno de urbanización sin precedentes dada su velocidad, dimensión y enorme impacto para el futuro.”, afirma Rodríguez.
Otra mega-tendencia es la creciente digitalización del mundo. “Para nosotros, la consecuencia de todo ello es que el consumo energético del sector de las tecnologías de la información va a crecer cuatro veces más rápido que la media del consumo mundial en los próximos 20 años. Y es importante conocer que cada segundo que pasamos navegando en la red generamos 20mg de CO2”, afirma.
Finalmente la mega-tendencia más importante para Rodríguez es el cambio climático. “Nuestra dependencia de los combustibles fósiles es la principal causa. Y además de una necesidad es una demanda de la sociedad. Es obvio que existe una sensibilidad que crece de manera exponencial y que condiciona cada vez más las conductas de las personas y por lo tanto las decisiones de los gobiernos y empresas. Movidos por ello, en Shneider trabajamos para seguir innovando y ser más eficientes cada día en términos energéticos”.
En este contexto, Julio Rodríguez plantea varios retos a afrontar:
Aumento del consumo: La urbanización, la industrialización de las nuevas economías y la digitalización de la sociedad están generando un importante problema de aumento de consumo energético y por tanto picos de demanda y riesgos de interrupción en el suministro.
Otro reto es el precio de la energía que aumenta cada año. Rodríguez insta a Europa en su conjunto a “poner en marcha auténticas reformas estructurales desde un punto de vista energético, y que además lo haga con mucha más rapidez y determinación de lo que se ha hecho hasta ahora porque la energía es un factor clave como catalizador, pero también como limitador del crecimiento potencial y una amenaza para nuestra competitividad. A pesar de que se han dado pasos en la buena dirección recientemente (hace apenas un mes) con el acuerdo de estrategia energética europea 2030 la energía no ocupa todavía, de verdad, el primer nivel de prioridad en la agenda de nuestros líderes europeos.
El mayor reto para Rodríguez es la Eficiencia Energética. “ ¿De qué se trata? Es algo tan sencillo como hacer más con menos, maximizar el rendimiento de cada kilowatio-hora. De aquí al año 2035 podríamos ahorrarnos la construcción de alrededor de 235 GW de centrales de carbón y no menos de 120 GW de ciclos combinados si ponemos en marcha los programas necesarios de Eficiencia Energética, ya sea sustituyendo la combustión fósil por fuentes renovables de energía o combinándolas con la utilización de combustibles fósiles con huellas de carbono más bajas, como por ejemplo el «shale gas».
Fuente: ComunicaRSE