Favelas verdes: barrios sostenibles en tres pasos

Los paneles de energía solar se erigen en los techos de las viviendas medio de la selva urbana más grande del mundo: el bosque Tijuca, en Rio de Janeiro, Brasil. Los residentes de esas mismas viviendas gestionan además producen gas a partir de desechos orgánicos y construyen un pequeño generador de energía hidraúlica.

Todo sucede en un lugar con un nombre de ensueño: Vale Encantado. Pero Vale Encantado no es uno de los grandes proyectos de desarrollo inmobiliario de Rio. Es una favela, una de esas comunidades que representan el lado más sombrío del desarrollo urbano de las grandes urbes no solo en Brasil, sino en muchas ciudades del mundo.

 

¿Cómo una favela fue capaz de implementar tecnologías amigables con el ambiente, generalmente asociadas con comunidades modernas y con amplios recursos?

Lo hizo, en resumen, en tres pasos, que vamos a explicar más adelante. La experiencia de Vale Encantado, muy prometedora es una muestra de que las favelas o barrios marginales pueden convertirse en motores económicos y sociales, en donde la creatividad y el emprendimiento abran oportunidades para sus propios habitantes.

Los programas de mejoramiento de barrios marginales, o favelas, reconocen la vitalidad de los sistemas económicos y sociales de esos asentamientos informales.

Junto a los anhelos de una vida mejor en las favelas, está emergiendo una generación de arquitectos con aspiraciones de hacer una diferencia, como señala Justin McGuirk en “Radical Cities”. Los sueños y la voluntad de mejorar de millones de habitantes de los barrios marginales en el mundo y las ambiciones de esta nueva generación de arquitectos es prometedora. El gran reto es diseñar métodos eficientes para conectar a los habitantes de las favelas con la tecnología verde, un sector pujante en todo el mundo, para que las incorporen en los proyectos de mejoramiento de sus barrios.

 

Una forma prometedora para lograrlo es la metodología conocida en inglés como LEED UP. Se trata de conectar las necesidades de los habitantes  con el conocimiento y los recursos  de urbanistas que utilizan la metodología LEED (Liderazgo en Energía y Desarrollo Ambiental, por sus siglas en inglés).

Se trata de que los residentes con deseos de mejorar sus  seleccionen y adapten las estrategias de sostenibilidad que puedan solucionar sus necesidades y al mismo tiempo generar empleos en este sector.  Las necesidades y las ideas de los residentes se cotejan con el conocimiento y las técnicas de los urbanistas entrenados en métodos LEED.

El resultado: barrios mejorados con un retorno de inversión triple: un ambiente mejorado, nuevos empleos y un tejido social fortalecido. Además, las posibilidades de que el mejoramiento perdure son mayores.

El proceso para implementarlo se puede reducir a tres pasos.

 

Marco de referencia

El método LEED organiza los asentamientos alrededor de diez elementos de sostenibilidad: vivienda, agua, saneamiento, alimentación, educación y cuidado de la salud, acceso y movilidad, espacios comunes, energía y comunicaciones, desechos sólidos y recuperación sostenible. Estos componentes  forman un sistema de estrategias integradas y objetivos para los mejoramientos verdes. No todos los componentes aplican para todos los asentamientos, así como también cada asentamiento puede añadir o sustraer componentes propios de su comunidad.

 

Proceso. 

El proceso LEED está diseñado para comunidades que tienen algún grado de seguridad jurídica en la propiedad de sus terrenos, además de contar con una estructura comunitaria de administración o emprendimiento. Esto es necesario para que esas organizaciones se adueñen del proceso y lo puedan implementar en su propia escala. Los líderes comunitarios son los primeros en recibir el entrenamiento en una serie de talleres que incluyen un facilitador, un arquitecto o ingeniero local y un estratega certificado en procesos LEED.

Los participantes trabajan un proceso de cuatro etapas. Primero seleccionan las necesidades más básicas que pueden resolverse con una estrategia LEED. Segundo, determinan las estrategias para crear empleos locales y sinergias económicas. Luego establecen acciones que concreten las estrategias y por último identifican a los expertos en procesos LEED dispuestos a colaborar como voluntarios y a otros socios locales para poner a andar todo el proyecto.

 

Resultados

El método ha sido aplicado con éxito en la favela Vale Encantado con resultados esperanzadores que incluyen estrategias para manejo de biogases, generación de energía hidraúlica y generación de espacios públicos adaptados al terreno. Otros planes piloto adicionales ayudarán a una aplicación más robusta para usos más amplios. El objetivo es lograr un modelo reutilizable y modificable de mejoramiento de barrios amigable con el medio ambiente, capaz de generar inversión pública y privada en áreas críticas de las ciudades. La colaboración puede crear nuevas oportunidades económicas y sociales para quienes más las necesitan, al mismo tiempo que se contribuye a preservar los recursos naturales.

 

Fuente: BID