6 de noviembre de 2014, Roma – El índice mensual de precios de los alimentos de la FAO se mantuvo estable en octubre, ya que el alza de los precios del azúcar y los aceites vegetales compensó el descenso de los precios de productos lácteos y de la carne.
El Índice de precios de los alimentos bajó a 192,3 puntos, técnicamente su séptima caída mensual consecutiva, con un ligero descenso del 0,2 por ciento respecto a la cifra revisada de septiembre.
Este ligero descenso del índice «es muy positivo para los países importadores», según declaró en una entrevista la economista de la FAO Concepción Calpe.
Esta variación coincide con una revisión al alza del pronóstico de la FAO de una producción mundial récord de trigo en esta temporada agrícola.
Los precios de los lácteos cayeron un 1,9 por ciento, con descensos en la mantequilla y la leche en polvo debido al aumento de la producción en Europa, donde muchos productores se enfrentan a la prohibición de Rusia a las importaciones de queso. El subíndice de los productos lácteos se redujo a 184,3 puntos, 3,5 puntos menos respecto a septiembre y 66,8 puntos (un 26,6 por ciento) menos desde octubre de 2013.
Los precios de la carne también se redujeron en términos generales, con la producción de cerdo recuperándose en varios países afectados por la diarrea endémica porcina y el aumento de los rebaños en Australia empujando a la baja los precios de la carne de vacuno. El índice de precios de la carne de la FAO se situó en 208,9 puntos, 2,3 puntos (un 1,1 por ciento) menos en relación a septiembre, pero todavía más del 10 por ciento por encima de su nivel de un año antes.
El índice de precios de los cereales, que cayó con fuerza durante los meses recientes -ya que la producción mundial de trigo y maíz parecía apuntar a cosechas récord-, se mantuvo en general estable en 178,4 puntos en octubre, ya que los retrasos de la cosecha de maíz en los Estados Unidos y el deterioro de las perspectivas para la cosecha de trigo de Australia llevaron a una mayor firmeza de los precios. Sin embargo los precios del arroz bajaron, con la llegada al mercado de la nueva cosecha. El subíndice de los cereales se ha reducido un 9,3 por ciento (18,2 puntos) por debajo del nivel del año anterior.
En general, el índice de precios de los alimentos está en sus niveles más bajos desde agosto de 2010.
La sequía impulsa los precios del azúcar, la producción de aceite de palma se ralentiza
El índice de precios de los alimentos de la FAO es un índice ponderado en base a los intercambios comerciales que consiste en la media de los índices de precios de cinco grupos de productos básicos: cereales, carne, productos lácteos, aceites vegetales y azúcar.
El índice de precios del azúcar se elevó a 237,6 puntos, un ligero aumento del 4,2 por ciento respecto al mes anterior, debido en gran parte a la sequía en algunas partes de Brasil, con previsiones de una menor cosecha de caña de azúcar. A pesar de esta subida, los precios internacionales del azúcar se mantienen más de un 10 por ciento por debajo de su nivel de octubre de 2013.
El sub-índice de los aceites vegetales subió por primera vez desde marzo, con 163,7 puntos en octubre, un alza del 1,0 por ciento (1,6 puntos) respecto a septiembre. La desaceleración de la producción de aceite de palma en Indonesia y Malasia, combinada con una reactivación de la demanda mundial de importaciones sostuvieron el aumento. Los precios del aceite de soja se debilitaron debido a las perspectivas de una buena cosecha en América del Norte, mientras que la cotización del aceite de semillas de girasol aumentó debido a las cosechas menor de lo esperadas en la región del Mar Negro. El índice de los aceites se ha reducido un 12,9 por ciento en relación a octubre de 2013.
Recorte en la producción de cereales prevista en 2014 a pesar de las cosechas récord de maíz y trigo
Mientras tanto la Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales, también publicada hoy, recortó de nuevo las previsiones de la Organización para la producción mundial de cereales de 2014 en alrededor de un millón de toneladas.
Con 2 500 millones de toneladas, la cifra de producción para todo el año estaría en 3,7 millones de toneladas menos que la producción récord de 2013.
La revisión a la baja refleja la previsión de una menor producción de maíz en China, a pesar de que la producción mundial se espera alcance un nuevo récord de 1 010 millones de toneladas gracias a las abundantes cosechas en la Unión Europea y los Estados Unidos.
Mientras tanto, se ha elevado la previsión para la producción mundial de trigo, ya en Ucrania está en camino de ser mayor de lo esperada. Se prevé que la cosecha de trigo de esta temporada supere a la cosecha récord del año pasado, con una producción total de 722,6 millones de toneladas.
Para el arroz, la previsión para la producción mundial permanece invariable con 496,3 millones de toneladas en equivalente de arroz elaborado. Eso supondría un 0,3 por ciento menos que en 2013 y marcaría el primer descenso desde 2009.
Las existencias mundiales de todos los principales cereales están en camino de alcanzar su nivel máximo de 15 años, a pesar de que la previsión ha bajado en 2,7 millones de toneladas a partir de las proyecciones de octubre, hasta los 624,7 millones de toneladas. Esta cifra supone un 8,0 por ciento por encima de sus niveles en el inicio de la temporada 2014-15 y elevaría la relación mundial entre existencias y utilización de cereales a su nivel más alto en los últimos 12 años, con el 25,1 por ciento.
Se prevé que las reservas de trigo aumenten un 9,3 por ciento este año, y que las existencias de arroz caigan un 2,0 por ciento, reflejo de los descensos esperados en las existencias, sobre todo en los principales países exportadores, como la India y Tailandia.
La nota informativa de la FAO de noviembre también señala que la utilización mundial de cereales para el consumo humano directo se ampliará un 0,9 por ciento -en línea con la población mundial, dejando el consumo per cápita estable- mientras que la utilización para piensos animales aumentará en un 2,6 por ciento. Este crecimiento está siendo impulsado en parte por las grandes cantidades de trigo de baja calidad actualmente en los mercados y que se están utilizando para piensos.
Fuente: FAO