Diálogos vitales

No puedo saber lo que piensas, pero estoy seguro que en algunas cosas estaremos de acuerdo. Sólo hay que tratar de encontrarlas. Aquí una experiencia al respecto.

Desperté un día con un pensamiento.¿ Cómo salimos de esta pandemia no solo vivos, sino mejores? Mientras buscaba la respuesta encontré un proyecto ciudadano que promueve procesos de diálogo, y a través de la confianza facilita consensos mínimos necesarios para una sociedad dividida pero con el objetivo común de renacer las esperanzas de un futuro próspero para todos.

En pocos días éramos 21 personas. Y luego 64 de diversos sectores…y ya somos cerca de 200. Así nació una propuesta al país de la iniciativa ciudadana Diálogos Vitales, que invita a la reflexión empática. Así puedes descubrir que tus verdades pueden ser frágiles, que estar en un error no es lo mismo que sostener una mentira, que las opiniones están sesgadas por percepciones a veces incompletas, que el mundo funciona en la diversidad y no en la homogeneidad.

La pandemia ha influido en la forma con metodologías adaptadas al periodo de confinamiento, y en el fondo ha sido un catalizador de sentimientos cívicos, de solidaridad, sin faltar los de indignación. Sin embargo, como lo dijo un dirigente comunitario, los problemas deben ser vistos como oportunidades para hacernos cargo y construir soluciones rompiendo la desconfianza. El problema de la desconfianza es que nos fijamos más en las diferencias que en lo que nos une, sin darnos cuenta que de esa forma no progresamos. Al encontrar aquello que compartimos, es más fácil comprender, sentir empatía y lograr consensos en aquello que pensamos distinto.

Estas actitudes fueron muy importantes para aterrizar opiniones tan diversas en un consenso resumido en una guía de principios para la construcción de un nuevo país desde sus cimientos: los valores compartidos.

La propuesta se centra en 8 guías construidas con método y compromiso sobre tres áreas: Unidad y colaboración en base a principios compartidos desde la honestidad. Recuperación urgente, justa, ética, innovadora y sostenible. Un modelo de desarrollo inclusivo, equitativo, ambientalmente responsable y con sentido de corresponsabilidad.

A partir de este primer aporte, se organizaron equipos, llamados Mingas, para activar la participación, y a través de la cooperación voluntaria proponer soluciones en temas específicos. Cinco mingas empezaron a funcionar mientras se ha empezado también a difundir la Propuesta que puede ser la guía de quienes se motiven a adherirse. Podemos pensar diferente en muchas cosas, pero en estas guías podemos encontrar la piedra angular que nos sostiene a todos, y puede ser un camino para consensos y acuerdos. Adherirse está tan cerca como un click: www.dialogosvitales.org .

(Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO)