Un nuevo informe del Banco Mundial concluye que los impactos de los fenómenos meteorológicos extremos sobre la pobreza son mucho más devastadores de lo que se pensaba, provocando pérdidas por USD 520 000 millones y empujando a 26 millones de personas a la pobreza cada año.
Intervenciones dirigidas a generar resiliencia procuran proteger a los pobres de los fenómenos climáticos adversos y permitirían a los países y a las comunidades ahorrar USD 100 000 millones al año.
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