Siete tecnologías están haciendo la tarea de adaptar los productos y servicios a las necesidades de los clientes de forma individual-y aun así obtener un beneficio.
La elección de los consumidores ha incrementado constantemente desde el Modelo T de Henry Ford, cuando los compradores podían elegir cualquier color, siempre que fuera negro. Después el único producto de Ford se puso especificaciones estándar para los diferentes segmentos de consumidores, por ejemplo, ropa de diferentes tamaños y colores. En la última década más o menos, hemos visto las características que permiten a cada comprador de personalizar su producto o servicio con una amplia gama de componentes, por ejemplo, al pedir un auto, computadora o teléfono inteligente. Dicha personalización masiva configurada, está obligado a alcanzar cada vez mayores niveles de sofisticación.