La presión para que las compañías sean responsables en relación a la sostenibilidad de sus cadenas de suministro ha aumentado de forma significativa en los últimos años. El nuevo estándar G4, de Global Reporting Initiative, es buena muestra de ello.
Así lo recoge un artículo publicado en el portal GreenBiz y firmado por las expertasJessica Wollmuth, responsable del área de Sostenibilidad de la cadena de suministro de CH2M HILL, y Velislava Ivanova, directora global de Sostenibilidad en CH2M HILL. Ambas recuerdan que la mejora de las compañías en su desempeño medioambiental, social y económico a través de sus cadenas de suministro puede revertir en una optimización de procesos, una reducción de costes y una promoción de los valores corporativos, entre otras ventajas.
Wollmuth e Ivanova reconocen que la incorporación de la sostenibilidad en las cadenas de suministro es un proceso complejo, pero advierten de que ignorar este imperativo puede conllevar importantes riesgos para una compañía. Para comenzar a trabajar en este aspecto, las expertas sugieren seis pasos iniciales que pueden ser útiles para cualquier organización.
1. Haz el mapa de tu cadena de suministro: para poder tener una comprensión global de los impactos que se generan en la cadena de suministro, es importante que en primer lugar se tenga un inventario completo de todos los proveedores. A partir de ahí, se deben identificar cuáles son los retos sociales y medioambientales más importantes a los que estos se enfrentan para, posteriormente, establecer las prioridades de actuación de la compañía. En esta etapa, es posible que se opte por reducir el número de proveedores y concentrarse en trabajar con aquellos que, de entrada, presenten menos riesgos para la empresa.
2. Comunica tus expectativas: para comprometer a los proveedores con la cultura y los valores corporativos de la compañía, la organización debe esforzarse en comunicar cuáles son sus expectativas. El establecimiento de un código de conducta para proveedores es un paso que puede ser muy relevante en este sentido, por ejemplo. Desde el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, han publicado una guía que puede ser de gran utilidad.
3. Conoce cuál es el punto de partida: es conveniente recoger información sobre los proveedores a través, simplemente, de un cuestionario comparativo o una autoevaluación. Esto permitirá a la compañía comprender cuál es el punto de partida desde el cual debe comenzar a trabajar. En esta etapa, es importante que los proveedores reciban un feedback constructivo, que contribuya a forjar un compromiso futuro y sea una motivación para la mejora continua.
4. Impulsa programas de formación y desarrollo de competencias: existen ya muchos recursos disponibles en este ámbito, que las compañías pueden aprovechar. En algunos casos, además, se pueden encontrar programas diseñados para cubrir las necesidades de un sector específico.
5. Incentiva mejoras en el desempeño: es aconsejable combinar auditorías y evaluaciones con programas que incentiven y reconozcan los esfuerzos para incorporar la sostenibilidad a la actividad empresarial. Cabe recordar, en este punto, que en algunos sectores se han desarrollado mecanismos y herramientas comunes para evaluar el desempeño de los proveedores.
6. Colabora con otras compañías de tu sector: los complejos retos que presenta la gestión de las cadenas de suministro no pueden ser enfrentados de forma individual. La colaboración entre las industrias de un mismo sector es necesaria para que las evaluaciones y auditorías no supongan una carga excesiva para los proveedores, para establecer estándares de exigencia comunes y para compartir buenas prácticas, entre otras cuestiones.
Fuente: CompromisoRSE