El mundo está enfrentando desafíos sociales y ambientales de una magnitud que nunca hemos visto. De acuerdo con la Visión 2050, tenemos que duplicar la producción agrícola y aumentar la eficiencia de los recursos hasta por diez, con el fin de mantenerse al día con la demanda de nuestra creciente población.
La presión ambiental ha hecho que resulte más costoso fabricar productos a través de los procesos habituales, así, las oportunidades que pueden presentar unos precios elevados quedan anuladas por las penalizaciones de los costes elevados.
Diversos materiales están alcanzando sus límites de extracción, esto influye en sus patrones de uso y acelera la transición a soluciones alternativas. Cada vez está más aceptada la necesidad de disminuir el uso de materiales no renovables.
Las empresas deben acelerar el proceso de reducción de la cantidad de material por unidad de valor, esto será posible gracias a una amplia colaboración y a la innovación. Los productos resultantes deben ser más eficientes, más duraderos y utilizar menos materiales. La sustitución de productos por servicios brinda la oportunidad de crear un modelo de negocio con mucho potencial de expansión.
Los diseños de ciclo cerrado es la tendencia hacia un modelo habitual para el sector industrial. Se ofrece una gama completa de nuevos productos y servicios basados en una mayor durabilidad, bajo contenido de agua y bajo consumo energético y de materiales. Se prevé que hacia el 2020 las leyes de los países de la OCDE obliguen a reciclar y optimizar los embalajes.
Ing. Geólogo Jimmy Andrade CEMDES/BCSD – Ecuador Fuente: Revista Factor Sostenible