El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo de hasta US$42,2 millones provenientes de su capital ordinario, para financiar parcialmente al sector privado en Uruguay el desarrollo, la construcción, operación y el mantenimiento un parque de energía eólica de 48,6 MW y sus instalaciones conexas. El parque eólico Kiyú se ubicará en el Paraje Barrancas de San Gregorio, Departamento de San José, y generará aproximadamente 187.900 MWh de energía renovable al año que permitirán atender el consumo de 67.753 personas. “El Banco continua apoyando el desarrollo del sector eólico en Uruguay como lo hemos hecho desde el principio con el financiamiento de varios proyectos que han contribuido a que el sector haya tenido un crecimiento considerable en los últimos años”, dijo Jean Marc Aboussouan, Jefe de la División de Infraestructura del Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo del BID.
El parque será desarrollado por Cobra Ingeniería Uruguay SA y generará energía a un precio competitivo con el de otras fuentes de energía en el país, contribuyendo a diversificar la matriz energética, mitigando la vulnerabilidad del sector energético ante las condiciones hidrológicas, y reducirá emisiones de CO2 en 122.135 toneladas anuales gracias a la sustitución de combustibles fósiles por energía renovable.
Adicionalmente, el proyecto apoya el ingreso de un nuevo actor en el sector eólico en Uruguay y un incremento en la participación del sector privado en el mercado de generación de energía.
En la actualidad, el 45,46 por ciento de la capacidad instalada en Uruguay corresponde a fuentes hidroeléctricas, el 37,62 por ciento a centrales termoeléctricas y el 17 por ciento restante a energía renovable (12,10 por ciento a energía de biomasa, 4,77 por ciento a energía eólica y 0,05 por ciento a energía solar).
Se prevé que Uruguay podría alcanzar en el año 2017 una capacidad instalada del 30% en energías renovables no convencionales, lo cual tiene el potencial de cambiar sustancialmente su matriz energética, ofreciendo beneficios ambientales y repercutiendo positivamente en las tarifas de electricidad para los consumidores finales.
Fuente: BID Banco Interamericano de Desarrollo